Formas De Ganar Dinero

Si hacemos una búsqueda acerca de las posibilidades que existen para tratar de conseguir nuevas fuentes de ingresos, enseguida nos damos cuenta de que hay miles de opciones que podemos desarrollar (unas más fáciles y otras más difíciles) para conseguirlo.

Sin embrago, si analizamos las múltiples variables que existen, rápidamente nos podemos dar cuenta de que toda esa multitud de opciones se pueden agrupar en unas pocas categorías de actividades que comparten características en común.

Así, podemos decir que sólo existen 3 formas de ganar dinero: trabajando como asalariado, trabajando por cuenta propia o a través de las inversiones.

Cualquier idea que se nos ocurra para obtener dinero se puede encuadrar en alguna de estas tres categorías, o en una mezcla de varias.

Mi objetivo en este artículo es hablar un poco acerca de cada una de las 3 formas de ganar dinero, enfocándome en las posibilidades que ofrece cada una de ellas para la consecución de la libertad financiera, hablando tanto de las ventajas como de los inconvenientes.

Mi deseo es que valores en que situación es en la que te encuentras y que analices si el encontrarte ahí es suficiente para alcanzar tus objetivos financieros. Quizá no hayas pensado en esto nunca, así que este puede ser el inicio de una nueva forma de plantearte tus finanzas personales.

LAS 3 FORMAS QUE EXISTEN DE GANAR DINERO

1.- Trabajo asalariado

La primera de las formas que existen de ganar dinero es a través del trabajo asalariado, que es el que desarrolla la mayor parte de las personas, bien trabajando como empleado de una empresa privada o bien como empleado del sector público.

Esta es la forma más fácil de ganar dinero, puesto que sólo tienes que buscar una empresa que desarrolle una actividad acorde a tus conocimientos y capacidades para comenzar a formar parte de su plantilla y empezar así a cobrar todos los meses la nómina pactada.

Además, es una forma de ganar dinero en el que no tienes demasiadas preocupaciones (más allá de las que puedan surgir puntualmente por el desarrollo de algún trabajo concreto), puesto que una vez que finalizas tu jornada laboral te vas a tu casa, sin preocuparte de nada más acerca del funcionamiento del negocio.

Sin embargo, el trabajo por cuenta ajena es la peor opción si deseas alcanzar elevados niveles de libertad financiera. Es la peor opción porque tus ingresos están limitados, dedicas muchas horas a desarrollar tu trabajo, y por encima pagas muchos impuestos (dependiendo de la comunidad autónoma en la que vivas puedes llegar a pagar hasta el 48% del total de tus ingresos en impuestos).

Tus ingresos están limitados en función de lo que la empresa puede ofrecer a los trabajadores en ese momento. Además, cuando nos toca vivir una situación como la actual, en donde los salarios en muchos sectores son bajos, tu capacidad económica se resiente.

Por otro lado, un mayor esfuerzo de un trabajador en relación a otro que desempeña su mismo trabajo, normalmente no es recompensado por el empresario. Así, el empleado más productivo es muy probable que gane el mismo dinero que otro empleado con una productividad menor.

2.- Trabajo por cuenta propia

Esta opción es la evolución natural para a gran mayoría de las personas que desean tener un mayor control de su vida financiera, bien trabajando como autónomo para el sector en que los hacía como asalariado, o bien creando su propia empresa.

La principal ventaja que se puede obtener como trabajador por cuenta propia es que tú organizas tu actividad, decides con que clientes trabajar, qué trabajos hacer y cuánto dura tu jornada laboral. El principal beneficio, podríamos decir que es un mayor grado de libertad.

Ahora bien, ser tu propio jefe no está al alcance de todos. Es necesario una importante tolerancia al estrés, saber planificar la actividad de un modo eficiente, ser altamente productivo, tener competencias sólidas de marketing y ventas… por no hablar de que muchas veces se puede trabajar muchas más horas que en un trabajo asalariado y que te llevas las preocupaciones a casa.

En lo que respecta a la capacidad de alcanzar la independencia financiera desde esta posición es más factible que desde un puesto de asalariado, puesto que tus ingresos no tienen un límite salarial, sino que puede seleccionar a unos pocos clientes y cobrar un precio superior a lo que cobrabas como asalariado por tu trabajo. Aun así, estarás sometido incluso a más impuestos que como asalariado y el factor tiempo juega en tu contra.

3.- Inversiones

La opción de ganar dinero dedicándose a las inversiones es una opción que atrae a mucha gente, dado que es probablemente la forma más sencilla (que no fácil) de ganar dinero.

Los beneficios de vivir de las inversiones (ya sea invirtiendo en bolsa, en inmuebles, en startups o en cualquier otro tipo de activos) son múltiples: existe la posibilidad de obtener enormes beneficios con relativamente poco capital y dedicándole poco tiempo, lo que nos acerca mucho al ideal de independencia financiera, es decir, dinero trabajando para nosotros y con disponibilidad de mucho tiempo libre. También la carga fiscal que se soporta es menor que en los casos anteriores.

El problema de esto es que el mundo de las inversiones nos es para todo el mundo. Para comenzar, para tener éxito en el mundo de las inversiones es necesario obtener un elevado nivel de conocimiento de los mercados y de los vehículos de inversión con los pretende actuar para acumular capital.

Pero la falta de conocimiento no es lo único que necesitamos para el éxito en el mundo financiero. También es necesario tener una gran fortaleza psicológica que nos permita sobreponernos a las pérdidas que podemos acarrear y a la tensión cuando nuestras inversiones no evolucionen de la forma esperada.

En definitiva, existen 3 grandes formas de obtener dinero pero no todas nos ponen en el camino de la independencia financiera. Si queremos alcanzarla, debemos seleccionar bien cuál o cuales de ellas nos interesan más en función de nuestras capacidades, habilidades y riesgo que estemos dispuestos a asumir.