domingo, 2 de julio de 2017

¿El INVERSOR PASIVO CUÁNDO DEBE VENDER?

Cuando se habla de invertir en los mercados financieros de forma pasiva, se hace bajo la premisa del largo plazo: La evidencia demuestra que muy pocos gestores de fondos de inversión son capaces de batir de forma continuada al mercado, por lo que lo mejor para el inversor particular es invertir en un fondo que replique un índice y obtener la rentabilidad media del mercado cada año.


Esta premisa básica de la inversión pasiva nos puede hacer pensar que esta estrategia de inversión consista simplemente en seleccionar una serie de fondos indexados y no volver a tocar la cartera hasta el momento en que hayamos conseguido nuestros objetivos financieros. Una estrategia buy & hold pero con fondos de inversión.

Sin embargo, si queremos sacarle el máximo potencial a nuestra cartera, deberemos hacer unos cuantos ajustes de vez en cuando, y no me refiero únicamente a los rebalanceos encaminados a mantener los porcentajes de distribución entre renta variable y renta fija, si no a ajustes que nos hagan optar por el mejor vehículo en cada momento. En mi opinión, invertir de forma pasiva no está reñido con la rotación de la cartera.


DIFERENTES ESTRATEGIAS DE INVERSIÓN


Una de las formas tradicionales de inversión a través de indices, es mediante la diversificación de la cartera por áreas geográficas.

Normalmente se suele realizar una distribución de la cartera en función del riesgo que tiene cada zona geográfica, dándole más peso tradicionalmente a USA y a Europa frente a otras zonas como los países emergentes u Oceanía.

Dentro de esta estrategia de inversión, podemos introducir un factor más “activo” consistente en redistribuir el peso de nuestras categorías y de nuestros porcentajes en función de la evolución de los diferentes mercados en cada momento.

Cierto es que esto implicará estar atentos a la evolución de los mercados y tomar decisiones en el momento que lo consideremos más oportuno, deshaciéndonos de los fondos de aquellas áreas geográficas que consideremos que tienen un menor potencial y sustituyéndolos por otros de zonas con mayores expectativas de rentabilidad.



Otra forma de invertir a través de fondos indexados es hacerlo invirtiendo en función de la evolución del ciclo económico, para ello, los inversores que llevan a cabo este tipo de estrategia, se basan en fondos indexados sectoriales, invirtiendo en cada fase del ciclo en aquellos sectores que se ven más beneficiados por éste.

El principal problema que le veo a esta estrategia de inversión es que, para poder maximizar nuestra rentabilidad, debemos adelantarnos a la fase del ciclo, lo que implica por un lado un cierto grado de predicción y por otro un elevado riesgo de equivocación.

Es cierto que este tipo de inversión sectorial se aleja un poco de la idea de inversión pasiva, puesto que, por un lado, el indice que replican estos fondos son más desconocidos que los indices bursátiles tradicionales y su composición más desconocida y más susceptible a ser modificada. Además nos obliga a estar muy pendientes del mercado.

Sabemos por ejemplo que en el caso del ibex 35, su composición es revisada cada seis meses, pudiendo entrar y salir dos valores. En el caso de los indices sectoriales, la modificación de los valores del índice es más opaca y es más susceptible de ser modificada por los gestores cuando les conviene ( y sin mucha transparencia).



Por lo tanto a la hora de determinar cuándo un inversor pasivo debe vender sus posiciones, bien transformándolas en liquidez, bien traspasando su capital a otro fondo que puede cumplir mejor con sus expectativas, podemos diferenciar diferentes escenarios:


. Aparición de productos de mejor calidad. Con el desarrollo de la industria de gestión pasiva, cada vez son más las gestoras que lanzan al mercado sus propios fondos indexados y esto hace que la mayor competencia a nivel de costes y exactitud de réplica provoque un mayor movimiento de los partícipes.


. Cumplimiento de objetivos financieros. Llega el ansiado momento de ver cumplido nuestro objetivo y por fin podremos disfrutar de nuestro dinero acumulado ( después de pasar por la caja de Hacienda claro). Aquí deberemos deshacer posiciones en función de la mejor opción fiscal posible.


. Cambio en la evolución macro global. Si nuestra estrategia está basada en una diversificación global de indices, el cambio en la evolución macro de determinadas áreas puede hacer perder atractivo a sus bolsas, lo que puede hacernos replantear el peso de dicha área en nuestra cartera.



. Cambio en el ciclo económico. Si realizamos una inversión a través de indices sectoriales, debemos estar muy atentos a la evolución del ciclo económico para cambiar nuestra cartera y adecuarla a la nueva situación.


Por lo tanto, tenemos que dejar de ver la inversión a través de indices como algo estático que no se puede modificar, como podemos existen variantes aunque también es cierto que el exceso de movimientos de la cartera, obviamente nos puede hacer caer en algún error con mayor facilidad.











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