sábado, 27 de mayo de 2017

El asesor financiero

Aunque uno mismo puede controlar sus finanzas personales, hay ocasiones en las que es recomendable contar con los conocimientos y experiencia de un asesor financiero.

Creo que hasta los expertos en temas financieros pueden necesitar que un asesor financiero les indique como gestionar determinadas situaciones.

Y por supuesto los que no saben nada de finanzas o los que sin saber demasiado estamos muy interesados en aprender a gestionar y controlar nuestras finanzas personales, seguro que necesitamos alguna vez de sus servicios, si queremos obtener buenos resultados.


El asesor financiero analiza tus necesidades, tus objetivos, tus recursos y te ayuda a planificar tus finanzas personales. Te da las pautas a seguir y luego tú las pones en práctica.

Habrá quien quiera contar con un asesoramiento continuado para que le ayude en el seguimiento de sus objetivos, y otros no lo necesitarán pues con las pautas marcadas al principio sabrán que hacer.


Situaciones en las que conviene hablar con un planificador o asesor financiero.


Al comenzar tu vida laboral

Muchos empezamos a trabajar y obtener ingresos sin apenas conocimientos sobre la gestión de las finanzas personales.

Un asesor te puede dar ideas de como ahorrar, como invertir, como gastar. Realizas una consulta inicial para que te hagas una idea de por donde ir.

A falta de educación financiera, el contar con asesoramiento financiero puede ayudarte a saber gestionar tu dinero.


Al recibir una importante suma de dinero

Estamos cansados de ver situaciones en las que años después de recibir una importante suma de dinero su situación financiera es peor que antes de recibirla.

Sencillamente porque no han sabido gestionarlo bien y ese dinero en lugar de ser una gran oportunidad ha resultado ser una pesadilla.

Con un buen asesoramiento financiero puedes sacar mejor partido a tu dinero y mejorar tu situación presente y futura.


Al cambiar tu estado civil

Cuando uno se casa o se vas a vivir con su pareja, se empiezan a compartir gastos e ingresos. Puede que también se adquieran activos y responsabilidades financieras. La figura del asesor ayuda en estos casos a combinar y compartir de la mejor manera los recursos.

Por otro lado, ante una separación o divorcio, un profesional te podrá asesorar mejor para minimizar las perdidas financieras y aconsejarte financieramente dejando a un lado las emociones.


Al pensar en la jubilación

Aunque en España todavía se pagan pensiones no está muy claro por cuanto tiempo seguirá siendo posible esto, así que es recomendable pensar con antelación con que recursos contarás cuando te jubiles.

El asesor puede ayudarte a planificar mes a mes que parte de tus ingresos ahorrar, invertir y gastar.

Cuando quieres transmitir parte de tu riqueza

En esta situación, el asesoramiento de un profesional te puede indicar la manera de realizar la transmisión de tu riqueza para reducir lo máximo posible los gastos de tramitación y los impuestos que hay que pagar.


Conclusión

Aunque puedas ser capaz de hacerlo tu mismo, para determinadas situaciones puede serte de gran ayuda contar con un profesional para que te asesore.

Espero que te haya sido de utilidad. Si crees que puede interesar a tus amigos o familiares te invito a compartir este artículo en tus redes sociales.

Déjame un comentario si quieres plantearme alguna duda o sugerencia.

martes, 23 de mayo de 2017

Sistema Que Hará Que tu Dinero Trabaje Para Ti

Que el dinero trabaje para nosotros liberando nuestro tiempo, y que además con ello obtengamos más dinero que trabajando diez horas diarias, es el objetivo que todos buscamos cuando nos comprometemos a alcanzar nuestra independencia financiera.


El dinero compra tiempo para que podamos dedicarnos a aquello que más nos apetezca, ya sea viajar, pasar más tiempo con la familia o realizar cualquier tipo de actividad que nos guste mientras nuestra cuenta corriente sigue creciendo. En definitiva, el dinero compra libertad.


Pero, ¿Cómo llegar a tal nivel de libertad financiera? Obviamente no lo vamos a conseguir siguiendo los consejos que nos puedan dar las entidades financieras o las revistas especializadas en finanzas personales. El juego está montado para que sigamos el camino que los bancos quieren que sigamos, es decir, el camino que sigue la mayoría y que hace que sólo el sistema financiero sea el beneficiado.


Para que podamos tener éxito en nuestro objetivo debemos dejar atrás todas las ideas que tenemos acerca del funcionamiento del mundo del dinero, y debemos tener totalmente claro que la gran mayoría de los productos financieros que podemos encontrar no son válidos.


Para lograr que nuestro dinero trabaje para nosotros de verdad debemos construir un sistema que cree dinero de forma automática, y para ello tenemos que poner a funcionar tres elementos clave: Los ingresos, la inversión y el ahorro.


PON TU DINERO A TRABAJAR PARA TI


El método que te quiero presentar hoy y que es el que yo estoy implementando en mis finanzas personales, aunque no es de mi propia cosecha, sino que es el método que exponer Harv Eker en su obra “Los secretos de la mente millonaria”, aunque con algunas variantes.

La esencia de este sistema no se basa en la creación masiva de dinero y sino en su correcta gestión. Existe una concepción errónea sobre en qué consiste ser financieramente libre. Alcanzar la libertad financiera no consiste en acumular enormes cantidades de dinero en el banco, sino en acumular una cantidad suficiente de dinero que, poniéndola a trabajar para nosotros nos permita poder desarrollar el estilo de vida que deseamos sin tener que trabajar, si así lo queremos.

La buena noticia de todo esto es que cuando realmente queremos vivir centrándonos en lo que verdaderamente nos importa, es decir, con simplicidad, nos damos cuenta de que la cantidad que determina nuestra libertad financiera no es tan elevada como pensábamos en un primer momento.

Por lo tanto, vamos a ver cómo podemos desarrollar este sistema desde cero para acelerar nuestro viaje hacia la independencia financiera.



Ingresos


Para sacar el máximo potencial a este sistema financiero va a ser necesario que le eches más gasolina de la habitual, así que el salario que obtienes de tu trabajo no es suficiente.

Es necesario, y yo diría que urgente, que comiences a trabajar en construir o comprar activos que te generen ingresos pasivos durante muchos años. Mucha gente cree que para obtener ingresos pasivos es necesario tener que invertir previamente una gran cantidad de dinero, cuando no es así. Es más una inversión de tiempo que de dinero.

Existen multitud de fuentes de ingresos pasivos, todo aquello que te permita obtener ingresos únicamente dedicándole el tiempo necesario para crear el activo (o el dinero necesario para comprarlo), y éste posteriormente te generará ingresos periódicamente.

Si no tienes todavía muy claro que fuentes de ingresos pasivos puedes construir, te dejo un artículo antiguo de este blog en donde te doy algunas ideas para que puedas comenzar a crear tus fuentes de ingresos hoy mismo:



Ahorro


Otro de los elementos clave que debemos optimizar para que nuestro dinero comience a trabajar para nosotros es el ahorro. La gran mayoría de las personas no plantean el ahorro de forma correcta, siguen utilizándolo como lo utilizaban nuestros abuelos.

Hoy en día ya la antigua estrategia de ahorrar por ahorrar, sin tener un fin concreto para ese dinero ya no es válida. Hace décadas esta estrategia podía funcionaba debido a que teníamos unos elevados tipos de interés, sin embrago a día de hoy con unos tipos de interés que rondan el 0% y que no volverán a situarse en cifras de dos dígitos jamás, esa forma de ahorro ya no es válida.

En nuestro sistema vamos a enfocar el ahorro de forma distinta, con dos finalidades. Por un lado crearemos un fondo de seguridad y por otro lado orientaremos el ahorro a “engrasar” el sistema para que se multiplique nuestro dinero.

En lo que respecta a la creación de un colchón de seguridad, esto es una de las primeras cosas que debes hacer al poner tus finanzas personales en orden. Este colchón debe suponer una cantidad que cubra dos años de tus gastos básicos (vivienda, comida, ropa, facturas…) Calcula ahora mismo cuáles son tus gastos mensuales y multiplícalos por 24, esa es la cifra de tu colchón de seguridad.
¿Muy elevada? Estudia cómo reducir los gastos. Ni que decir tiene que este colchón de seguridad y que no te lo puedes gastar salvo necesidad extrema.



Por otro lado, una vez que ya hayamos creado nuestro colchón de seguridad, comenzaremos a ahorrar con el objetivo de destinar lo ahorrado una vez al año a la creación de activos y a la inversión financiera. Te recomiendo que abras una cuenta de ahorro y que destines entre un 10 y un 20% de los ingresos mensuales a ella. Al final del año distribuye lo acumulado entre activos e inversión.



Inversión


Este apartado se refiere a la inversión en bolsa de nuestro dinero. Actualmente cuando buscamos información acerca de invertir en bolsa debemos tener muchísimo cuidado. Con el desarrollo de la crisis, aprovechándose de las necesidades de dinero de la gente, surgen muchos “gurús” que dicen tener la fórmula mágica para ganar en bolsa con productos muy peligrosos (en realidad muchos de ellos nunca invierten, sólo dan cursos).

Mi recomendación es que huyas de ese tipo de gente y que te olvides del dinero rápido. De todas las grandes fortunas que se han hecho con ese tipo de productos derivados, sino con una estrategia conservadora donde prima la protección del capital.

Personalmente sigo ese tipo de filosofía e invierto mi capital en bolsa siguiendo un sistema pasivo, la cartera Boglehead, en donde busco maximizar mi capital en el largo plazo a través de una cartera que reduce su riesgo a medida que mi edad avanza.

Esta parte del sistema, combinándola con la capitalización compuesta, será la que haga crecer nuestro dinero de forma exponencial. Te recomiendo que como mucho destines el 25% de la rentabilidad obtenida cada año a financiar la creación o la compra de nuevos activos y que dejes el resto del dinero trabajando.


¿CÓMO FUNCIONA EL SISTEMA?


Este sistema, una vez que está totalmente implementado y funcionando, funciona de forma automática. El dinero que entra a él a través de tu salario y de tus ingresos pasivos se destina una parte al ahorro y otra parte a tus gastos habituales. Una vez que transcurre un periodo de tiempo determinado (1 año), ese dinero acumulado en la cuenta de ahorro se destina por una parte a la inversión en bolsa, y a su vez, una parte de la rentabilidad obtenida en bolsa se destina a la creación de nuevos activos.

Como ves, con el paso del tiempo el sistema funciona de forma automática ya que el dinero que generan sus componentes circula de un lado a otro. Es en ese momento cuando te das cuenta de que tu dinero está trabajando para ti.

lunes, 22 de mayo de 2017

¿Tipos de depósitos?

A pesar de la tendencia a la baja en la rentabilidad que ofrecen los depósitos bancarios, estos siguen siendo los principales productos para los ahorradores con un perfil más conservador.

Los depósitos bancarios son una de las principales herramientas financieras de ahorro a través de la cual una persona, ya sea física o jurídica, pone a disposición de una entidad financiera una cantidad determinada de dinero durante un plazo de tiempo estipulado. Cuando dicho plazo finalice, la entidad debe devolver el capital invertido junto a unos intereses previamente pactados.

Actualmente existen diferentes tipos de depósitos cuyas características y funcionamiento conviene conocer si estamos pensando en contratar un producto de ahorro de este tipo.





Depósitos a la vista


Son los depósitos más flexibles y líquidos ya que permiten retirar el dinero, parcial o totalmente, sin ningún tipo de penalización asociada. El depósito a la vista más común es la cuenta remunerada. En caso de que únicamente se retirara una parte del dinero disponible en la cuenta, el restante seguiría generando intereses con el mismo tipo.

Se trata de productos de muy bajo riesgo, pero cuya remuneración suele ser muy baja, actualmente pocas cuentas remuneradas superan el 1,00% TAE de rentabilidad. Además, algunas cuentas de este tipo permiten la realización de operativa como transferencias o la domiciliación de recibos.


Depósitos a plazo


Los depósitos a plazo son aquellos en los que el dinero que se invierte en él queda durante un tiempo previamente fijado (actualmente puede ir desde 1 mes hasta 60 meses) en manos de una entidad bancaria a cambio de unos intereses, notablemente más elevados que en una cuenta remunerada.

Los intereses que vaya generando el capital pueden recibirse en diversos plazos que dependerán de cada producto y cada entidad bancaria: mensual, trimestral, semestral, anual o a vencimiento.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que son productos mucho menos flexibles y con menor liquidez que los depósitos a la vista. En caso de necesitar el dinero, podremos retirarlo antes del vencimiento del plazo pero la entidad aplicará una comisión por cancelación anticipada o una penalización sobre el interés generado en el depósito.

Según el tipo de interés podemos establecer dos categorías diferenciadas de depósitos a plazo. Por un lado, los depósitos a plazo con un tipo de interés fijo siempre y, por otro, los depósitos a plazo con un tipo de interés variable, el cual dependerá de un determinado índice de referencia como, por ejemplo, el euribor.


Depósitos con retribución en especie


Se trata de depósitos en los que una entidad en lugar de ofrecer una rentabilidad en forma de intereses, ofrece una remuneración con un artículo (una televisión, una tablet, un teléfono móvil,…) a cambio del dinero depositado. Recuerda que se trata de una remuneración en especie, por lo que está sujeta a retenciones y al pago en el IRPF y, por lo tanto, es fundamental fijarse en la TAE del producto.

Este tipo de depósitos no permiten la cancelación puesto que la retribución se recibe al inicio del contrato.


Depósitos estructurados


Se trata de un producto mucho más complicado que un depósito a plazo común, ya que para su contratación es muy recomendable disponer de unos buenos conocimientos financieros.

La rentabilidad que ofrece este tipo de depósitos es un tipo fijo que se abona dependiendo de la evolución de un activo subyacente, generalmente acciones o índices bursátiles. Es decir, si al vencimiento del plazo el valor del índice de referencia es igual o superior, la rentabilidad será mayor y, en caso contrario, será menor.

Esta es su principal desventaja, no se conoce la remuneración hasta el vencimiento del depósito.


martes, 16 de mayo de 2017

¿Presión que Soportan Tus Finanzas Personales?

Cuando nos planteamos trabajar sobre nuestras finanzas personales, antes de ponernos de verdad manos a la obra, pensamos que poner orden en ellas no será un trabajo muy complicado y que bastará con dedicarle unos pocos minutos.


Esta forma de pensar hace que realmente no dediquemos todo el trabajo necesario para construir una economía doméstica sólida que haga que tus preocupaciones con respecto a todo lo relacionado con el dinero desaparezcan. En un porcentaje muy importante de casos, este escaso trabajo viene dado por una falta de conocimiento sobre cómo realizar un correcto análisis.


Es por ello que desde este blog vengo explicándote desde hace tiempo algunas ideas y estrategias financieras que pueden ayudarte a diagnosticar el verdadero estado de tus finanzas personales y ayudarte a ponerlas en orden, como por ejemplo la forma en que debes elaborar un plan financiero personal.


Hoy quiero seguir en esa línea y voy a explicarte un nuevo concepto que va a reforzar los instrumentos que te he ido desgranando en los últimos meses en este blog. Hoy quiero hablarte sobre cómo saber el nivel de estrés que soporta tu cuenta bancaria, es decir, la capacidad que tiene tu economía doméstica para superar los malos momentos económicos.


¿QUÉ NIVEL DE PRESIÓN SOPORTAN TUS FINANZAS PERSONALES?


El estudio del nivel de estrés al que están sometidas nuestras finanzas personales es una idea que traslado al ámbito personal desde el mundo de la banca. En los últimos años los bancos de la zona euro han visto como su situación patrimonial se ha visto mermada debido a la enorme cantidad de deuda basura que tenían acumulada en sus balances.

Para saber si su proceso de saneamiento había sido realizado de forma correcta, desde distintos organismos se realizó a estos bancos una serie de pruebas de solvencia denominadas test de estrés. Estas pruebas consistían en simular determinados escenarios financieros y predecir cuál sería la situación de solvencia financiera que presentarían los bancos en cada uno de esos escenarios.

Pues bien, nosotros vamos a realizar nuestro propio test de estrés sobre nuestra economía doméstica. La mejor forma de comprender como llevarlo a cabo es a través de un ejemplo práctico, y lo primero que debemos hacer es determinar los escenarios a los que vamos a someter la solvencia de nuestras finanzas. Determinamos tres posibles escenarios:



– Escenario bueno: Será aquella situación en donde nuestra posición financiera sea óptima, es decir, aquella situación en donde tengamos un puesto de trabajo y unos ingresos recurrentes con los que hacer frente a nuestras obligaciones.

– Escenario malo: Es aquella situación en donde nuestra posición financiera empeora y hace que tengamos que hacer frente a nuestras obligaciones con una menor cantidad de recursos.

– Escenario adverso: Situación muy mala en la que nuestra economía familiar se encuentra en un muy serio problema o quebrada.

Pues bien, para ver en la práctica como realizar y analizar un test de estrés para nuestras finanzas personales vamos a suponer el caso ficticio de una persona que tiene las siguientes condiciones económicas:

– Ingresos: 1.250€/mes
– Hipoteca: 450€/mes
– Préstamo: 100€/mes
– Otros gastos: 200€/mes
– Ahorro: depósito de 12.000€


Escenario bueno


El escenario bueno será aquel que viene dado por la situación financiera que acabamos de describir, donde la persona tiene un salario mensual con el que poder hacer frente a sus pagos.
En el ejemplo que ponemos como punto de partida para nuestro ejemplo, la persona que tiene esta situación financiera no tendría problemas para cumplir con sus obligaciones, pero si le convendría desarrollar un plan financiero que fortalezca su solvencia, puesto que ésta no es muy holgada.

Los gastos totales en este escenario representan el 60% de los ingresos mensuales, aunque de mantenerse esta situación, con el paso del tiempo estos se reducirán pues desaparecerá el préstamo al que está haciendo frente en la actualidad.


Escenario malo


Este escenario se caracteriza por la reducción de los ingresos mensuales, mientras que los gastos se mantienen de la misma forma en el mejor de los casos. Si en el ejemplo que hemos puesto como base la persona se queda sin trabajo, pasará a percibir una prestación por desempleo por una cuantía menor a la de su salario.

Supongamos que ahora en vez de los 1.250€ pasa a cobrar 850€ al mes. Obviamente su situación financiera en este escenario se agravaría de forma considerable. En esta situación, los gastos mensuales supondrían el 88% de sus ingresos mensuales, y muy probablemente la persona debería descapitalizarse utilizando el dinero de su depósito si tuviese algún imprevisto.


Escenario adverso


El escenario adverso sería aquella situación financiera en donde todo se volviese en nuestra contra. La situación se daría cuando no obtuviésemos absolutamente ningún tipo de ingresos y tuviésemos que hacer frente a nuestros pagos con nuestros ahorros. En el ejemplo que ponemos de base supondría la quiebra financiera de la persona en cuestión.

Del análisis de los diferentes escenarios que aplicamos a la situación financiera que tomamos como ejemplo deducimos que esta persona necesita incrementar sus ingresos y su ahorro, por lo que debería plantearse crear diferentes fuentes de ingresos alternativas que le permita por un lado incrementar su colchón financiero y por otro reducir el peso de los gastos mensuales en relación a sus ingresos.

Como vemos, la elaboración de distintos escenarios con los que testar la solvencia de nuestras finanzas personales es un ejercicio básico para contextualizar la forma en la que demos afrontar la elaboración de nuestro plan financiero personal.

A la hora de ponernos manos a la obra a sanear y mejorar nuestras economía personal debemos tomar las decisiones en función del peor escenario posible, es decir, el saneamiento de nuestras finanzas debe ir enfocado a que estas puedan ser lo más sostenibles posible en el escenario adverso. Si en un escenario adverso conseguimos tener unas cuentas sólidas, podremos decir que para nosotros el dinero no es un problema.




jueves, 11 de mayo de 2017

Financieramente libre

Estoy seguro que en algún momento de tu vida has oído hablar de las llamadas siete maravillas del mundo, un conjunto de obras esculturales y arquitectónicas que se caracterizan por ser consideradas como el logro más importante de la capacidad de invención y creación humana. Tradicionalmente se conocen como las siete maravillas del mundo clásico  la gran pirámide de Guiza, la estatua de Zeus, el faro de Alejandría, los jardines colgantes de Babilonia, el coloso de Rodas, el mausoleo de Helicarnaso y el templo de Artemiso, existiendo solamente a día de hoy la pirámide de Guiza. Recientemente se ha llevado a cabo una votación para determinar las siete maravillas del mundo de la edad moderna, resultado elegidas el coliseo romano, la gran muralla china, el monte Machu Picchu, la ciudad de Petra, el Taj Mahal, el Chichén Itzá y el Cristo corcovado de Rio de Janeiro. Sin duda es un tema apasionante  y te invito a que veas documentales acerca del tema y, si es posible, que visites en persona cada una de estas maravillas creadas por la mente humana. Pero no estamos aquí para hablar de historia, sino para hablar acerca de cómo conseguir ser financieramente independientes.

Hoy me gustaría introducir un concepto financiero extremadamente importante que hará que avances más rápido en el camino hacia tu independencia financiera, un instrumento tan sumamente poderoso que en su momento fue definido por la mente más brillante que haya habitado la tierra, Albert Einstein, como la octava maravilla del mundo: La capitalización compuesta.


EL CONCEPTO


La capitalización es la operación financiera por la que trasladamos el valor presente de nuestro dinero a su valor futuro, es decir, cuando realizamos un cálculo de capitalización estamos intentando conocer cuál será el valor futuro de un capital del que disponemos actualmente en función de qué régimen financiero vayamos a aplicar a dicho capital.

En nuestro interés en capitalizar nuestro dinero va a ser fundamental conocer qué régimen financiero tenemos que aplicar para conseguir nuestro objetivo, que no es otro que maximizar nuestro capital. Por régimen financiero entendemos el acuerdo relacionado con la cesión y remuneración al que llegan las dos partes de una operación financiera, y que como decimos será determinante a la hora de considerar dicha operación. Así, decir que un determinado capital se remunera a un 5% no es decir gran cosa porque la clave de la operación radicará en el acuerdo al que lleguen las partes en lo relacionado a la forma en que se realizará el pago de intereses y el tiempo que durará la cesión del capital por parte del cliente a la entidad financiera. A la hora de hablar de la capitalización financiera nos podemos encontrar con dos tipos principales de regímenes financieros que podemos aplicar: el régimen simple y el compuesto.

El régimen financiero simple se caracteriza porque los intereses pagados son proporcionales a la cantidad de dinero invertido y  al plazo de vencimiento de la operación. Los intereses a cobrar por parte del inversor son pagados por la entidad financiera en un solo pago por norma general en la fecha de vencimiento de la operación (junto con la devolución del capital inicial), aunque en ocasiones existe la posibilidad de percibir los intereses por adelantado. Este tipo de régimen financiero es el que está vigente en los productos financieros más comunes, como los depósitos (capitalización simple).


Imaginemos que invertimos 6.000€ en un depósito a dos años con unos intereses del 3% a pagar en la fecha de vencimiento. ¿Cuánto recibiremos por nuestro dinero?

–          Cf= 6.000 x (1+0,03.2)= 6.360€

El régimen financiero compuesto (capitalización compuesta) es aquel régimen financiero en el cual los intereses sobre el capital no son abonados en un único pago, sino que éstos se abonan periódicamente en determinados momentos durante la vigencia de la operación financiera, lo que provoca un incremento exponencial de nuestro capital invertido debido a la acumulación de los intereses, que a su vez genera más intereses. Es decir, cuando en una operación de capitalización compuesta los intereses pagados se acumulan al capital inicial y el próximo pago de intereses se realizará tomando como base la suma del capital más los intereses cobrados en el primer pago.

Imaginemos que invertimos 6.000€ en un producto financiero a cuatro años a un interés del 3% con un pago trimestral de intereses. ¿Cuánto recibiremos por nuestro dinero?

–          Cf= 6.000 x ( 1+0,03.1/4)^(16) = 6.761,95€     (* se multiplica el interés por ¼ dado que un año tiene cuatro trimestres;  se eleva a dieciséis porque son los trimestres que tienen cuatro años)



Como vemos el efecto exponencial juega a nuestro favor en el caso de la capitalización compuesta, por lo que a partir de ahora en nuestras operaciones financieras vamos a tratar de capitalizar nuestro dinero, lo que hará que nuestro camino hacia la independencia financiera se recorra mucho antes. Los beneficios que se obtienen de la aplicación de este principio financiero se pueden disfrutar en su máxima expresión en la inversión a largo plazo, donde su poder exponencial trabaja a toda máquina. En esta tabla puedes ver la evolución de un capital inicial de 10.000€ invertido al 5% anual con reinversión anual de beneficios






¿QUÉ PRODUCTOS FINANCIEROS OFRECEN CAPITALIZACIÓN COMPUESTA?


Aquí es donde llegan las malas noticias: ningún producto financiero por sí solo nos ofrece la posibilidad de disfrutar de una capitalización compuesta, por lo que no nos queda otra opción que la de construirnos nuestro propio producto con crecimiento exponencial del capital.  La forma más sencilla de construir nuestro producto compuesto es la de reinvertir los intereses que obtengamos por nuestras inversiones. Así por ejemplo, si contratamos inicialmente un depósito, los intereses que cobramos a su vencimiento los reinvertiremos junto con el capital inicialmente invertido en un nuevo depósito, cuyos intereses serán reinvertidos junto al capital inicial en un nuevo depósito a su vencimiento, y así sucesivamente. Lo mismo podemos hacer mediante la reinversión total o parcial de los dividendos cobrados por la tenencia de acciones, o con los intereses cobrados por la compra de títulos de deuda.

Como ves Einstein tenía razón. La capitalización compuesta es maravillosa y debemos tenerla en cuenta a partir de este mismo momento puesto que es un elemento básico para alcanzar nuestra independencia financiera

miércoles, 10 de mayo de 2017

Los Artículos Más Leídos En El Blog

Hoy te escribo y en esta ocasión no voy a introducirte ningún concepto o idea nueva, sino que el de hoy es un post más corto de lo habitual en donde quiero recopilar los cinco artículos más leídos en el blog.


Durante los años de vida que tiene el blog he tratado diversos temas relacionados con la educación financiera básica, la creación de nuevas fuentes de ingresos o la mentalidad adecuad que considero que debemos tener para alcanzar la tan ansiada independencia financiera.


Así que hoy te dejo los cinco post más leídos en el blog. Si eres lector habitual puede que ya hayas leído más de uno y si eres nuevo podrás leer alguno de los artículos con más antigüedad :


1.- Diversifica para proteger tu dinero


En este artículo te explico el concepto erróneo que tienen la mayoría de las personas acerca de la diversificación. Cuando se habla de diversificar la gran mayoría de las veces se hace referencia a las inversiones financieras, pero la realidad es que debemos diversificar el conjunto de nuestras finanzas personales.



2.- 5 fuentes de ingresos pasivos que puedes comenzar a crear hoy mismo


En este post te nombro cinco ideas de negocio que pueden ser iniciadas con facilidad de forma casi inmediata. Una buena forma para comenzar a pensar en nuevas fuentes de ingresos.


3.- ¿Cuánto dinero necesitas en cada etapa de tu vida?


Las personas tenemos distintas necesidades monetarias a lo largo de nuestra vida. Para poder tener la suficiente solvencia económica a lo largo de nuestra existencia debemos saber qué productos y qué estrategias debemos seguir en cada una de las etapas de nuestra vida.


4.- Las 5 claves mentales que te llevarán al éxito financiero


No todo el mundo está preparado para ser financieramente independiente puesto que no tienen la mentalidad adecuada. En este post te hablo de los que considero son las cinco claves mentales que debes desarrollar para que tu independencia financiera esté un poco más cerca.


5.- Fondos indexados vs ETF


La construcción de una cartera pasiva siguiendo los principios de los Boglehead, es uno de los temas estrella que he tratado. Independientemente de que quieras construir tu libertad financiera o seguir trabajando como asalariado, construir tu plan de pensiones particular de cara el futuro es imprescindible. EN este post te explico las diferencias entre los productos que pueden formar parte de tu cartera Boglehead.





martes, 9 de mayo de 2017

Aumentar tu Riqueza Neta

No descubriré nada nuevo si te digo que la gran mayoría de las personas que habitan el planeta tierra desean ser millonarias, o al menos disponer de la cantidad de  dinero suficiente que le permita poder vivir sin tener que desarrollar un trabajo que les disgusta sólo porque necesitan conseguir dinero para poder pagar sus deudas.

Muchas de estas personas actúan con la intención de mejorar sus situación financiera para poder acceder a una vida mejor: adquieren mayor formación para poder aspirar a trabajos mejor remunerados, llevar a cabo una reorientación laboral o, simplemente, obtener un ascenso dentro de su actual empresa. Es decir, siguen el camino que recorren la gran mayoría de las personas, un camino que no les lleva a la independencia financiera sino que los hace presos de lo que en su día Robert Kiyosaki denominó como carrera de la rata: Un círculo vicioso en el que está metida la clase media y que consiste en trabajar para otros en un contexto como el actual, de impuestos al alza y salarios a la baja, para poder afrontar unas deudas a largo plazo que fueron adquiridas bajo el supuesto de que nuestras finanzas sólo irían a mejor. Obviamente esta forma de afrontar la vida no nos lleva a ningún sitio. Podemos mejorar ligeramente nuestra vida y hacer más confortable el pago de nuestras obligaciones, pero nunca alcanzaremos el objetivo de ser financieramente independientes.


La gran mayoría de las personas no alcanzan el nivel de vida que realmente desean porque el enfoque que aplican y que está detrás del proceso que te acabo de describir no es el correcto. Trabajar e intentar prosperar en el mercado laboral es sólo uno de los cuatro pilares que debemos trabajar para alcanzar la independencia financiera, pero si dejamos de lado los otros tres sólo conseguiremos ser uno más del rebaño. ¿Y cuáles son los otros tres pilares sobre los que se deben basar nuestras finanzas personales? Paciencia. Antes de entrar de lleno en la materia es necesario que hablemos del concepto clave que hará que  cambie tu visión sobre la gestión de tus finanzas personales.



¿QUÉ ES LA RIQUEZA NETA?


La gran mayoría de las personas miden su situación financiera en función de la cifra que aparece reflejada en su nómina mensual. En función de esa cifra (y las expectativas de su evolución futura) llevan a cabo todas sus decisiones financieras, es decir, deciden qué consumir y cómo (posibilidad o  no de endeudarse).  Como podrás imaginar las personas ricas no basan sus finanzas en obtener unos ingresos cada vez más grandes, entre otras cosas porque cada vez que nuestra remuneración aumenta, lo hacen también los impuestos que estaremos obligados a pagar. Si echas un ojo a las remuneraciones de los CEO de las compañías más importantes del mundo verás que son personas que no tienen un salario asignado, sino que tienen una remuneración simbólica. Por ejemplo Mark Zuckerberg, CEO de Facebook, cobra  1$ al año.


Entonces, ¿Cómo pueden estas personas vivir en las mansiones que viven y tener los coches que tienen? Pueden porque sus ingresos no dependen de una nómina sino de sus activos. Son personas cuyo dinero procede de sus activos. Sus fuentes de ingresos son la revalorización del paquete de acciones  que poseen de su compañía, derechos sobre licencias, derechos de imagen, patentes que les pertenecen… en definitiva viven de su cartera de activos y no de su salario.

El concepto clave que debes tener en mente a partir de este momento es el concepto de riqueza neta. La riqueza neta no es más que la diferencia entre el valor de nuestros activos y de nuestros pasivos (Activos- Pasivos = Riqueza Neta). Así, si nuestra riqueza neta es positiva nos indicará que el valor de nuestros activos (bienes y derechos) es superior al de nuestros pasivos (deudas). Nuestro objetivo a partir de este mismo momento es construir una riqueza neta positiva y creciente.


CÓMO AUMENTAR TU  RIQUEZA NETA


Para aumentar nuestra riqueza neta debemos actuar en los dos frentes que la determinan, los activos y los pasivos. El primer paso en todo proceso destinado a incrementar nuestra riqueza neta debe ser eliminar todas las deudas que podamos, es decir, debemos poner coto a nuestros pasivos. Lo primero que debes hacer es ordenar tus deudas en corto y largo plazo. Una vez hecho esto debes establecer un plan para eliminar todas las deudas a corto plazo que hayas asumido (préstamo para el coche, viajes, boda… lo que sea). Por lo que respecta a las deudas de largo plazo, lo normal es que sea una hipoteca, que en principio no tocaremos. Seguiremos pagando las mensualidades normalmente, aunque sí es bueno analizar con nuestro banco las posibilidades de mejorar las condiciones de pago. Repito, la deuda que importa eliminar, dado que es la que más daño hace, es la deuda de corto plazo.

Una vez hayamos puesto coto a nuestros pasivos, nos centraremos en el otro factor que determina la riqueza neta, los activos. Para incrementar nuestros activos nos basaremos en tres aspectos más aparte de nuestros ingresos salariales: Ahorro, inversión y minimalismo.

Como dijimos anteriormente, basar nuestras finanzas de forma exclusiva en el salario que percibimos por nuestro trabajo es un error, pero nosotros vamos a complementar dichos ingresos con un sistema en el que los ingresos del trabajo sean una pieza importante pero no única. La clave aquí está en desarrollar fuentes de ingreso alternativas, lo más pasivas posible, que hagan que nuestros ingresos mensuales se incrementen. No sé cuál es tu situación financiera ahora mismo pero aunque tengas un buen trabajo, bien remunerado, siempre es necesario desarrollar otras fuentes de ingreso. Recuerda que tener un trabajo hoy no es garantía de tenerlo mañana. Analiza que es aquello que te gusta (escribir, diseñar, fotografiar…) e intenta obtener algún tipo de ingreso por ello trabajando como freelance a tiempo parcial. Busca proyectos que te interesen, que puedas desarrollar en tu tiempo libre, e intenta que te contraten. Lo bueno es que tú decides cuanto tiempo trabajas y, quién sabe, quizá descubras tu verdadera vocación.


Otro pilar fundamental es el ahorro. Muchas veces habrás oído decir que ahorrar es una forma poco inteligente de mejorar nuestras finanzas. Es cierto, pero sólo cuando ahorramos por el mero hecho de ahorrar. Nuestros abuelos fueron personas que se dedicaron a ahorrar toda su vida. Por lo general, por miedo y desconocimiento, nunca destinaron parte del dinero que tanto les constó ganar a ningún producto de inversión. El resultado es que acabaron sus días con muy poco dinero. Yo te propongo que ahorres, pero desde una óptica diferente: ahorra con el fin de invertir. Ahorrar por ahorrar es un error, no da resultado. Sin embrago si ahorras con el objetivo de obtener una cantidad suficiente como para destinarla a algún producto financiero o a algún proyecto empresarial, la cosa cambia. A partir de ahora te sugiero que destines todos los meses como mínimo el 10% del total de tus ingresos mensuales a una cuenta de ahorro, y que al final del año destines lo ahorrado a invertirlo bien en los mercados o bien a algún proyecto de inversión que te interese (no tiene que ser tuyo, puedes financiar el de otras personas y convertirte en business angel). En definitiva, utiliza el ahorro como un medio y no como un fin.

Crear una riqueza neta positiva y creciente no es flor de un día, pero es un objetivo que toda persona responsable debería tener en mente. Como ves la clave está en crear la mayor cantidad de activos posible y para ello nos vamos a basar en un sistema con múltiples piezas trabajando todas en equipo: minimización de pasivos, ingresos (activos y pasivos), ahorro, inversión, y simplificación de nuestro estilo de vida. Plantéate objetivos periódicos que sean fáciles de cumplir y calcula cada trimestre cuál es tu riqueza neta, podrás así elaborar una gráfica que indique visualmente como estás incrementando tu patrimonio, lo que hará que te motives para seguir adelante.


Como ves, no es necesario que abandones tu actual puesto de trabajo y que te lances a la aventura sin red (cosa que hice yo y que no te recomiendo que hagas, pues es muy duro si no tienes un buen colchón financiero que yo no tenía), sino que debes utilizar tu trabajo como palanca para desarrollar las otras piezas del sistema. Ya llegará el momento de plantearte la posibilidad cuando tus ingresos por activos sean superiores a los ingresos que percibes por tu trabajo.

Nos vemos pronto

lunes, 8 de mayo de 2017

Sistema Para Controlar Tus Gastos

Me imagino que como la gran mayoría de las personas, en estos momentos financieramente tan complicados que nos está tocando vivir, tendrás preocupación por que tus finanzas personales no se vean afectadas por un excesivo gasto. Es una época que está marcada por un excesivo temor a nuestro futuro más cercano porque no sabemos qué será de nuestras finanzas personales si perdemos nuestro trabajo, y eso nos hace tomar más precauciones que en el pasado.

Desgraciadamente sólo llevamos un control estricto de nuestros gastos cuando las cosas pintan mal, y nunca le prestamos excesiva atención a la evolución de nuestra situación financiera personal cuando la economía va bien y nuestras finanzas personales crecen casi de forma automática. Esto, obviamente, es debido al efecto psicológico a través del cual, al tener trabajo y un salario que crece cada año,  no tenemos miedo al futuro porque tenemos una sensación de absoluta seguridad.

Como sabes, desde este espacio defiendo que las personas llevemos un estricto control de nuestros gastos en todo momento, independientemente de que nuestras finanzas personales vayan bien o mal. Sólo con el control continuo de nuestras finanzas podremos sacar el máximo partido a nuestros recursos y disfrutar de una situación financiera muy por encima de la media.

Cabe decir aquí que cuando te hablo de un control estricto de los gastos, no estoy insinuando que te vuelvas un tacaño, o  que dejes de tener vida social. Como sabes, uno de las condiciones que considero imprescindibles para alcanzar la tan ansiada libertad financiera es llevar una vida minimalista, lo que quiere decir que dejes de lado todas aquellas compras y hábitos que no te reportan muy poca o ninguna utilidad (sé sincero en esto), y que te centres en destinar tus recursos a aquellas cosas y actividades que verdaderamente te llenan.


UN MÉTODO PARA CONTROLAR TUS GASTOS


Una vez aclarado esto, ya va siendo hora de que comience a explicarte la idea central que quiero transmitirte con este post, que no es otra que un sistema que hará que de hoy en adelante tengas el hábito de controlar tus gastos para siempre.

Ten en cuenta que el fin de este sistema es que  seas disciplinado en el control de tus gastos, por lo que no es un método que tengas que utilizar para siempre, si no hasta que inconscientemente apliques un mejor criterio a la hora de gastar. El sistema consta de dos partes bien diferenciadas: el diagnóstico y el plan  de choque.

Diagnóstico.-  En esta parte del sistema de control de gastos nos vamos a centrar en cuál es nuestro verdadero gasto. Para saberlo, vamos a coger una libreta o una hoja de Excel y vamos a anotar en ella todas y cada una de las salidas de dinero de nuestra cuenta. Vamos a anotar todos los gastos que tengamos en un mes, independientemente de que sea mucho o poco y al lado anotaremos el concepto. Es decir, en  nuestra hoja anotaremos cada céntimo de euro que salga de nuestra cartera y en qué nos lo gastamos.  Haremos esto durante un mes, y al final tendremos detallada cuál es nuestra estructura de gastos y podremos ver claramente en qué gastamos y en qué podemos recortar.

Plan de Choque.-  Una vez hecho esto, y si has sido totalmente sincero y no has hecho trampas, es muy probable que te hayas llevado un buen susto al ver la cantidad de euros que te dejas en pequeñas cosas que considerabas insignificantes.

Pues bien, una vez recuperado del susto (¡¡¡todavía recuerdo el que me llevé yo al hacer este ejercicio por primera vez!!!), debes reducir el gasto en aquellos conceptos que realmente no te aporten nada.


Por ejemplo, imagínate que has descubierto que el mes pasado te has gastado 150€ en ocio (cenas, copas, cine…) y 100€ en comer fuera durante la semana. Lo que aquí te propongo para reducir tus gastos es que apliques el SISTEMA DE SOBRES.

Vete a una librería y compra tantos sobres como partidas de gasto quieras controlar. En nuestro ejemplo, coge dos sobres y pon en cada uno de ellos la cantidad de dinero que quieras gastarte como máximo el mes siguiente en cada concepto. Supongamos que has decidido gastarte como máximo 90 euros en ocio y 80 euros en comida semanal. Ese es el presupuesto máximo que tienes para gastar en cada concepto durante el mes. Puedes trasladar dinero de un sobre a otro, pero de ningún modo ese dinero puede regresar al sobre inicial. Lo que sale del sobre no vuelve a entrar.

El gran beneficio de aplicar este sistema de forma estricta no es sólo el reducir el gasto excesivo, sino que tiene un componente educacional muy grande, ya que nos obliga a  ser totalmente eficientes a la hora de gestionar unos recursos escasos. Este ejercicio podría realizarse simplemente llevando a cabo una anotación estricta de los gastos en una libreta, pero te aconsejo que si lo llevas a cabo lo hagas aplicando el sistema de sobres, puesto que tiene un mayor efecto psicológico  sobre nosotros el ver como el sobre se va quedando sin billetes.



En definitiva, te puedo garantizar que el sistema de sobres es un sistema efectivo para conseguir el objetivo de controlar tus gastos. Personalmente lo he probado y se consiguen excelentes resultados a la hora de reorganizar tus gastos.  Te lo recomiendo aunque al principio puede hacerse duro.

Y tú, ¿qué estrategia utilizas para tener tus gastos bajo control?