sábado, 3 de junio de 2017

Planes De Pensiones, Huye de Ellos

Nos encontramos en el momento del año en el que más escuchamos hablar sobre uno de los productos financieros por excelencia, los planes de pensiones. Los últimos meses del año, al menos en España, son aprovechados por las entidades financieras para publicitar y ofrecer a sus clientes la posibilidad de poner su dinero en este producto, aprovechando el gancho de la rebaja fiscal de la que se beneficiarían.


Hoy quiero dedicar el post a explicarte por qué considero a los planes de pensiones como una mala opción en la que invertir nuestro dinero. Como recordarás, en los inicios de este blog, te hablaba del triángulo de la inversión, que no trata sobre otra cosa más que de las tres características que debe cumplir una buena inversión en términos de liquidez, rentabilidad y riesgo.


La primera de las condiciones que se establece en el triángulo de la inversión para que podamos considerar a un producto financiero como válido es que sea un producto líquido, es decir, que sea fácil y rápido transformar la inversión en dinero en efectivo.


La característica principal de un plan de pensiones es que debemos tener el dinero inmovilizado (sin poder utilizarlo) hasta al menos 10 años desde su contratación. Esto hace que nuestro dinero esté atrapado sin que nosotros podamos disponer de él cuando lo deseemos, lo que ya de por sí es razón suficiente para descartar este tipo de productos.


Por otro lado, debemos atender a la rentabilidad que ofrecen los planes de pensiones, que por lo general son bastante modestas. Puede que muchos planes de pensiones tengan rentabilidades por encima de la media del mercado en algún momento puntual, pero en el largo plazo (10,20 años) las rentabilidades suelen rondar entre el 3 y el 5% anuales. A esto hay que sumarle las comisiones que anualmente nos cobrará la gestora del fondo que pueden llegar a suponer el 2% del capital cada año.


A todo esto hay que añadirle un aspecto fiscal muy importante que afecta al momento en que llegada nuestra jubilación vamos a retirar el dinero para poder hacer uso de él. En España, el capital acumulado en los planes de pensiones tributa como renta del trabajo, lo que significa que en el momento de disponer del dinero podemos pagar en impuestos hasta el 56% del capital acumulado.


LA ALTERNATIVA A LOS PLANES DE PENSIONES


Como vemos, al analizar la viabilidad de los planes de pensiones como instrumento para canalizar nuestro ahorro a largo plazo, éstos no pasan el análisis del triángulo de la inversión.

Cabe preguntarse si existe alguna alternativa a los planes de pensiones. Al hacer esta pregunta en su oficina bancaria es muy probable que el empleado nos explique que existen otro tipo de productos como los PIAS o los PPA.

Estos son productos que tampoco me satisfacen para el ahorro a largo plazo. Tienen una fiscalidad algo mejor (excepto los PPA), pero para poder beneficiarnos de ella debes mantenerlos contratados durante largos periodos de tiempo. Presentan bajas rentabilidades (sobre el 3%) y comisiones similares a la de los planes de pensiones. Son productos en donde sólo gana la banca.


La opción más interesante como alternativa a los planes de pensiones y que nos permite tener una inversión con bajo coste de comisiones, liquidez absoluta y rentabilidades por encima de la media es la cartera pasiva.

La cartera pasiva es una opción mucho mejor para garantizarnos nuestra jubilación por muchas razones:



1) Presenta una liquidez absoluta frente a la imposibilidad de tocar el dinero que existe en los planes de pensiones. En nuestra cartera pasiva podemos deshacer posiciones cuando necesitemos utilizar el capital acumulado, y en tres días laborables nuestro dinero está en nuestra cuenta corriente.

2) La cartera pasiva tiene una mejor fiscalidad. Como te he comentado, el capital invertido en planes de pensiones tributa (en España) como renta del trabajo, lo que hace que paguemos una cantidad obscena de impuestos. Las ganancias obtenidas en nuestra cartera pasiva tributarán por la base del ahorro, lo que hará que paguemos, como máximo, el 27% de impuestos.



3) Nosotros decidimos sobre nuestro dinero. En la cartera pasiva nosotros decidimos en qué mercados invertir, mientras que en un plan de pensiones son los gestores los que deciden en qué mercados o productos invierten el dinero de los partícipes.

4) Pagamos menos comisiones. Los productos financieros a través de los que invertimos en la cartera pasiva, ETF y fondos indexados, tienen unas comisiones muy bajas. Además, podemos diversificar nuestra cartera de modo global con tan solo un par de fondos, lo que hará que las comisiones que paguemos tengan poco impacto sobre la rentabilidad en el largo plazo.



Estas son sólo unas de las muchas ventajas a la hora de invertir a través de una cartera de inversión pasiva frente a la inversión a través de planes de pensiones y similares. Con nuestra cartera le damos un auténtico repaso a todos esos productos en términos de liquidez, fiscalidad, comisiones, poder de decisión y rentabilidad.

Con una cartera de inversión pasiva diversificada globalmente es bastante sencillo obtener rentabilidades anuales superiores al 5%, que como te he dicho es la rentabilidad media de los planes de pensiones en España en el largo plazo. Espero que este artículo te ayude a tomar una buena decisión si estás pensando en contratar un plan de pensiones, y que dediques un tiempo a estudiar cómo crear tu cartera pasiva y así obtener mejores resultados.




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