jueves, 15 de diciembre de 2016

Regla de las 10.000 horas

“Estoy convencido que la mitad de lo que separa a los emprendedores con éxito y los que no tienen éxito es la pura perseverancia. Es tan difícil, pones tanto de tu vida en esto, hay momentos tan duros en que la mayoría se da por vencida, no los culpo, es muy difícil y consume gran parte de tu vida. (…) A menos que tengas mucha pasión en lo que haces no vas a sobrevivir, vas a darte por vencido.”

STEVE JOBS



Con el comienzo del verano tengo la manía de dedicar una tarde a la limpieza de mi casa, aprovechar para deshacerme de todo aquello que ya no uso y dejar espacio para todo lo nuevo que vaya  adquiriendo. Normalmente suelo encontrarme con libros, revistas o alguna otra cosa que llevan meses guardados en algún cajón sin que le haya hecho demasiado caso.

En esta ocasión mientras ponía en orden mis pertenencias me encontré con un libro que había leído hace algunos años y que desde entonces no había vuelto a abrir. El libro en cuestión fue escrito por el periodista de origen Inglés Malcom Gladwell, que se caracteriza por desarrollar conceptos y teorías a partir de una historia relacionada con el tema. El libro en concreto se titula “Fueras de serie. Por qué unas personas tienen éxito y otras no”,  y en él el autor trata de encontrar la respuesta de por qué sólo unas cuantas personas destacan en sus profesiones mientras que la gran mayoría de sus colegas pasan desapercibidos. En definitiva, lo que Gladwell trata de explicar es la razón por la que la gente alcanza el éxito.



LA REGLA DE LAS 10.000 HORAS


Una de las conclusiones a las que llega el autor después de analizar una serie de casos es que la gran mayoría de las personas que han alcanzado reconocimiento a nivel mundial en sus profesiones, son  personas que han dedicado enormes cantidades de tiempo a su trabajo. Concretamente hay estudios que han llegado a la conclusión de que para ser un verdadero experto en una determinada materia y por lo tanto desarrollarla de una forma magistral, hay que dedicarle 10.000 horas de práctica. Los mayores casos de éxito que se puedan conocer en el mundo están basados en el trabajo duro.

Así, los Beatles, antes de alcanzar el éxito a nivel mundial se dedicaron a tocar todas las noches durante meses en locales de mala muerte durante 6 u 8 horas seguidas. Bill Joy, creador del sistema JAVA, durante sus estudios universitarios se pasaba el día programando con su ordenador, y al llegar a su casa después de clase, seguía programando hasta bien entrada la madrugada. Vivía para programar.

Si te das cuenta, lejos de lo que la gran mayoría de la gente cree, las personas más ricas del mundo son personas que, pudiendo vivir toda su vida sin volver a pegar un palo al agua, trabajan a destajo  cada día en sus oficinas. Los Buffett, Branson, Bezos… son personas que se dedican en cuerpo y alma a sus negocios, viven para ellos. No sólo se dedican a la dirección de sus empresas, sino que están fuertemente comprometidos con los estudios de las tendencias que se van creando en la sociedad, o siempre están dándole vueltas a nuevos nichos de mercado a los que puedan acceder sus compañías.


¿DE DÓNDE SACO YO 10.000 HORAS?


10.000 horas son muchas horas. 10.000 horas equivalen a estar durante algo más de un año trabajando en aquello que te apasiona las 24 horas del día, sin descanso. Obviamente esto no es posible, por lo que el proceso de desarrollo e tus habilidades va a ser prolongado en el tiempo. Si además tienes que dedicar muchas horas del día a desarrollar el trabajo que hace que puedas comer y pagar tus facturas, el proceso se dilata mucho más.

La realidad es que muchas personas no pueden dedicar todo el tiempo que sería necesario para desarrollar en un nivel muy avanzado las habilidades y conocimientos que harían que esa persona se desmarcase muy por encima de sus competidores. La teoría que nos expone Gladwell en su libro nos está diciendo que lo que verdaderamente importa para alcanzar el éxito es la perseverancia. Está muy bien dedicarle 10.000 horas a una actividad para alcanzar un elevado grado de dominio, pero seamos realistas: ¿Cuántas personas están absolutamente comprometidas a dedicar todas esas horas de su vida a una actividad para optar a alcanzar un éxito que no está garantizado?

El ser humano desea tener las cosas lo antes posible, es impaciente por naturaleza, y esto hace que en la gran mayoría de las ocasiones las personas no tengamos la suficiente paciencia como para esperar lo que sea necesario para obtener la recompensa a nuestro trabajo. Sólo unas pocas personas son capaces de adquirir el compromiso inquebrantable de alcanzar un determinado objetivo pase lo que pase. La gran mayoría de personas que dicen querer algo no lo quieren en realidad. Se dicen a sí mismas que quieren conseguir algo, pero a las primeras de cambio, cuando viene el primer golpe, abandonan su objetivo.


La efectividad absoluta, el 100% de éxito, no existe. Antes de alcanzar el objetivo deseado es altamente probable que tengamos fracasos que pongan a prueba nuestra fuerza de voluntad, nuestra perseverancia. Estos serán los momentos clave, los momentos que pondrán a prueba nuestra fortaleza mental y que determinarán nuestro éxito o nuestro fracaso.

Tu determinación y la fortaleza de tu deseo serán lo que en buena parte harán que actúes del modo correcto para alcanzar tus objetivos. Ten en cuenta que conseguir aquello que te propones, sea lo que sea, supondrá renunciar a cosas que dejarán de ser prioritarias cuando comiences el camino, que deberás estar obsesionado con alcanzar el ansiado objetivo. Tendrás que trabajar muchas horas, más de las que te puedas imaginar en un principio, y por encima nadie te garantizará el éxito. Pero con trabajo y perseverancia ese éxito estará mucho más cerca.


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